Una de las
tradiciones que con más fervor celebraba en mi niñez, era el día de los Reyes
Magos, cada 6 de enero. Era una gran fiesta cuando visitábamos el campo y
dejábamos la ciudad atrás. Nuestra familia que vivía en una montaña del Barrio
Anones (donde nací) del pueblo de Naranjito nos recibía con tanta alegría. Era
un espacio para compartir dulces, los cuales eran escasos durante el resto del
año; especialmente las galletitas florecitas.
La altura de la montaña hacía que se sintiera
una brisa fresca y agradable y, en días soleados, se podía ver la ciudad a lo
lejos. Ahí aprendí a guardar el amor por la montaña en mi espíritu. La noche
antes, recogíamos yerba en una caja vieja de zapatos para poner debajo de la
cama. Al otro día, podíamos encontrar dulces y, en los mejores tiempos, una
rígida muñeca de plástico. ¡Qué día tan feliz!
La fiesta
de los Reyes Magos se celebra en todo Puerto Rico. Y una de las tradiciones
centenaria es la caravana por la Isla de los Reyes Magos del pueblo de Juana
Díaz. La tradición de la conmemoración del Día de Reyes en Juana Díaz lleva 132
años y por los últimos 32 se ha celebrado la Caravana Nacional de Reyes, que
visita los 78 municipios de la Isla. Durante días previos al 6 de enero, los
Tres Reyes Magos visitan pueblo a pueblo, donde les esperan tanto adultos como
niños para celebrar y gritar “¡Que vivan los Reyes!”.
